La huella de carbono digital: contaminación generada por navegar en internet.
- Ignacio Loera
- Nov 20, 2023
- 2 min read
20/11/2023
Ignacio Moreira Loera
En la actualidad, el cambio climático se ha convertido en una de las problemáticas más alarmantes a nivel global. En el mundo de hoy la tecnología digital juega dos papeles, por un lado, su avance y disponibilidad nos dan la oportunidad de promover la educación ambiental y de concientizar sobre la imperante necesidad de cuidar del planeta; no obstante, la tecnología y su progreso también presentan un gran reto ecológico.
Es probable que el término huella de carbono lo hayamos escuchado con anterioridad; sin embargo, directamente ligado a las tecnologías digitales, existe otro efecto rastreable que, aunque poco conocido, contribuye a la contaminación y a la producción de gases de efecto invernadero (GEI) que terminan acentuando el calentamiento global y el impacto que generan en el planeta y en nuestras vidas. Este fenómeno se mide por medio de un indicador ambiental que permite reflejar y dar seguimiento a la cantidad de emisiones derivadas del uso de herramientas, programas y servidores digitales.
La huella de carbono digital se enfoca en medir la cantidad individual de energía requerida para sustentar todas las actividades que llevamos a cabo en línea o con dispositivos digitales, ya sea mandar correos, navegar en internet, mensajear por redes sociales, subir y descargar fotos, ver videos o transmitir en vivo. Según el libro The Carbon Footprint of Everything, del científico informático y creador del famoso “www.”, Tim Berners-Lee, un correo electrónico genera un promedio de 0.3 a 26 gramos de dióxido carbono y, aunque esto pareciese ser una cantidad insignificante, debemos tomar en consideración que se mandan al día, un estimado de 347.3 billones de e-mails en todo el mundo.
Otra fuente de contaminación digital deriva del almacenamiento de archivos en dispositivos electrónicos, fotos y videos que al estar almacenados en celulares y computadoras consumen batería, obligándonos a recargar nuestros aparatos frecuentemente; al hacer esto aumentamos el requerimiento de energía, la cual es obtenida mayormente de fuentes contaminantes como el uso de combustibles fósiles o gas natural. Así mismo, el uso de las redes sociales o plataformas de streaming también abonan a la contaminación digital, si utilizas Facebook produces aproximadamente 12 gramos de CO2 al año, cada foto que subes a Instagram emite alrededor de 0.15 gramos, una hora de visualización de contenido en plataformas como Netflix o YouTube produce 36 g de dióxido de carbono. En promedio, cada uno de nosotros generamos, únicamente por utilizar nuestros aparatos electrónicos, un total de 414 kilogramos de CO2 al año.
¿Pero, qué hacer? En la actualidad podría parecer imposible no utilizar redes sociales, celulares o computadoras; no obstante, esa no es la idea, ya que pequeñas y constantes acciones colectivas pueden ayudar a reducir esta polución ambiental. Limpiar la bandeja de correo electrónico, eliminar las fotos repetidas y videos innecesarios en nuestros teléfonos, cerrar aplicaciones de fondo o ventanas que no se estén utilizando en los navegadores web, reducir el tiempo de actividad en redes sociales, utilizar el sistema de ahorro de energía de los dispositivos, así como purgar de archivos que ya no necesitamos los servicios de almacenamiento en la nube, son algunas de ellas. Finalmente, termino extendiendo una invitación a continuar investigando sobre lo que cada uno debemos hacer para reducir la huella de carbono digital.
Leer también aquí: https://laprensadecoahuila.com.mx/2023/11/19/la-nota-verde-2/
Comentários