El perro doméstico y el declive de las especies silvestres.
- Ignacio Loera
- Oct 14, 2023
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Updated: Oct 15, 2023
29/05/2023
Ignacio Moreira Loera
En los últimos días, en Instagram me han llovido infinidad de epítetos e insultos por decir algo que los científicos y biólogos han comprobado en las décadas recientes, que los perros que se dejan vagar libremente, sobre todo en zonas naturales, pueden llegar a ser un grave peligro para la naturaleza y las especies nativas que la habitan.
Claramente, nuestros amigos peludos no tienen culpa alguna, ya que hemos sido los humanos quienes, por desconocimiento, los hemos introducido a zonas naturales a las que no pertenecen y donde generan desequilibrio, ya sea cazando fauna silvestre, desplazando a otros animales, compitiendo por comida o territorio, e incluso y de forma común, transmitiendo enfermedades letales a otros organismos silvestres.
El perro doméstico (Canis familiaris), no es una especie nativa de ningún ecosistema del planeta tierra, esto quiere decir que no fue producto de la denominada selección natural, sino de la selección artificial del hombre, quien a través de miles de años escogió y reprodujo selectivamente individuos del Lobo Gris, que tenían características útiles para el humano y con el paso del tiempo creó una especie totalmente distinta, hace aproximadamente 27,000 años. Con los siglos, el humano ha sido capaz de moldear a su gusto más de 360 distintas razas de perros domésticos, creando así a un depredador que no cumple ninguna función en los ecosistemas.
Para dar algunos ejemplos del potente daño que genera la presencia del perro doméstico en los entornos naturales, veremos tres ejemplos concretos. La revista BioScience publicó que en el 2011 diversos estudios realizados en Nueva Zelanda en 1988 sobre el rápido declive de los kiwis, una especie de ave no voladora que reside en los bosques neozelandeses, los resultados demostraron que un solo perro, que aunque portaba un collar vagaba libremente, depredó en tan solo seis semanas entre 600 y 800 ejemplares de estas aves, lo cual representa aproximadamente el 70% de las muertes estudiadas.
En Argentina se reveló que en el 75% de 240 áreas protegidas en el país, un grupo de visitantes encuestados observó perros domésticos sueltos sin supervisión, y el 62% de esas personas fue testigo de al menos un evento de persecución o caza de fauna silvestre por parte de los caninos. Asimismo, un estudio realizado en Australia publicado en Biology Letters demostró que pasear a los perros en zonas boscosas, tanto en lugares permitidos como donde esta práctica está prohibida, conduce a la reducción del 35% de la diversidad aviar, así como del 41% de su abundancia. Aunado a esto, existen evidencias de que en muchas zonas naturales el cazador más numeroso es el perro doméstico, por encima de las especies depredadoras silvestres. Con solo estos datos podemos imaginar el daño colosal causado a los ecosistemas por la introducción del perro doméstico en la naturaleza.
Sin embargo, al ser este un problema derivado de la actividad humana, también está en nuestras posibilidades solucionarlo y reducir el daño al medio ambiente. Si tienes un perro como mascota, evita dejarlo deambular fuera de tu domicilio; cuando salgan a pasear ponle siempre correa; no lo dejes vagar libremente por los parques o los entornos naturales; evita a toda costa llevarlo de paseo a zonas silvestres o áreas protegidas. Para que nuestras mascotas gocen del aire libre y se mantengan sanas y felices, podemos visitar con ellas zonas y parques urbanos que permitan su acceso y disfrute, sin dañar la naturaleza.
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